Pilsner Urquell es parte muy importante de la gran riqueza cervecera que tiene República Checa. Pero también podemos decir que la firma fue, y es, clave para el desarrollo de la bebida alcohólica a nivel mundial.
Y es que introdujo al mercado, ni más ni menos, la primera cerveza Pilsner, uno de los estilos más consumidos.
Si bien ya había producciones similares, especialmente en República Checa, fue esta firma la que patentó para siempre el nombre de este estilo que hoy todos conocemos.
Primera Pilsner en el mundo
El primer lote de cerveza Pilsner fue elaborado el 5 de octubre de 1842 por un grupo de burgueses checos que llevaba años fabricando este estilo en Plzen, ciudad que queda a unos 90 km de la capital Praga.
Tras años sin estar satisfechos con el resultado, esa producción los dejó conforme y así decidieron abrir las puertas de la cervecería a toda la comunidad.
La cerveza fue un éxito inmediato y al año siguiente llegó a Praga, a un pequeño bar que rápidamente tuvo que agrandarse para atender a la demanda creciente.
En 1856 la Pilsner llegó a Viena por primera vez, en donde fue vendida en varios restaurantes céntricos.
Pilsner para todos
Por temor a ser copiados, los fundadores de la empresa registran su producto estrella bajo el nombre de “Pilsner Actien Brauerei – Pilsener Bier”.
La popularidad no se detuvo y fue así que en 1873 la cerveza se exportó a Estados Unidos y, apenas un año más tarde, a América Latina, África y Medio Oriente.
Sí, antes del siglo XX la Pilsner de Urquell Brewery ya había conquistado el mundo. Un hecho sin precedentes y por demás significativo.
Bombardeos y reconstrucción
Las décadas siguientes estuvieron marcadas por un crecimiento exponencial de la producción de la Pilsner.
Para ello, fue necesario modernizarse y adquirir lo último en maquinaria. También, hubo que agrandar la fábrica.
De hecho, para hacerle frente a la gran demanda, la empresa tuvo que alquilar vagones de ferrocarril para transportar el producto. En 1914, antes de la guerra, la firma tenía 388 vagones arrendados.
La Segunda Guerra Mundial golpeó fuerte a Pilsner Urquell Brewery, que fue víctima de bombardeos que destruyeron buena parte de sus instalaciones.
Expansión sin límites y primera cerveza sin alcohol
Afortunadamente, la recuperación fue rápida. Estaba claro que un producto tan significativo no tardaría en volver a venderse a niveles récord.
Y eso fue lo que pasó. Tras la reconstrucción de la fábrica, que incluyó algunas zonas nuevas, la Pilsner volvió a ser furor.
En 1965, se estableció la cervecería Radagast, una nueva fábrica para atender la cada vez mayor demanda.
La década del ´90 estuvo marcada por la salida al mercado de su primera cerveza sin alcohol, Birell, y por la apertura de una cadena de restaurantes, que lleva el nombre de “Pilsner Urquell Original”.
Museo y Pilsner Fest
Cerca de la emblemática fábrica de cerveza se ha instalado un museo cervecero que incluye, entre otras cosas, maquinaria histórica usada durante los primeros años de la empresa.
Por otra parte, en Pilz se lleva a cabo el “Pilsner Fest”, un festival de cerveza que dura dos días celebrado por la cervecería y que cuenta con la actuación de artistas locales.